El espejo, tal como lo conocemos actualmente, se originó hace aproximadamente 200 años en Alemania. En 1835, el químico aleman Justus von Liebig desarrolló un proceso en el que aplicaba una delgada capa de plata a un lado de un panel de vidrio. Esta técnica fue adaptada y mejorada, permitiendo la producción masiva de espejos de cristal alrededor del mundo.
Pues bien, con la presente idea, aportamos una solución sencilla, para mejorar las zonas de sombras en estadios deportivos, usando espejos.
Espero que os guste y, ya sabéis, estamos abiertos a las ideas y la colaboración.
Y recuerda que……
“Muere lentamente quien no se atreve a abandonar lo seguro para luchar por sus sueños.” Jesús Quintero